CDMX.- El futbol mexicano está a la vuelta de la esquina y apunta a convertirse en el más largo y exigente en la historia de los torneos cortos desde 1996.
Las acciones del Torneo de Apertura 2025 arrancarán este 11 de julio con tres encuentros: Puebla recibirá al Atlas, Juárez hará lo propio ante el subcampeón América y Tijuana le hará los honores al Querétaro en “El Caliente”.

Pero más allá del silbatazo inicial, lo que ha capturado la atención de directivos, jugadores y aficionados es la intensidad del calendario al contar con múltiples competencias nacionales e internacionales entrelazadas.
La primera fecha del verano se complementa con los juegos: Toluca-Necaxa, Santos-Pumas, Cruz Azul-Mazatlán para el sábado 12 de julio, y al día siguiente concluirá con los choques Pachuca-Monterrey, y León-San Luis.
Tras las primeras tres jornadas del torneo local, los clubes harán una pausa para enfrentar la Leagues Cup, del 29 de julio al 31 de agosto, complicando la continuidad del campeonato y obligando a jornadas comprimidas tras su regreso.

No sería la primera vez que la Liga MX adapta su calendario a compromisos internacionales. América (2016) y Monterrey (2019) vivieron situaciones similares tras su participación en el Mundial de Clubes, lo que derivó en finales celebradas en fechas navideñas.
Con tantos compromisos en juego y una carga de partidos tan significativa, el Apertura 2025 desafiará no solo la planificación de los cuerpos técnicos, sino también la resistencia física de los planteles. La gestión del desgaste será clave en un semestre que bien podría marcar un antes y un después en la historia moderna de la Liga MX.
