Los Mochis, Sinaloa.- El comité organizador de los Juegos Deportivos Nacionales Escolares Puebla 2025 rompió el corazón de los integrantes de la selección de Sinaloa (Ahome) al detener las acciones de la final ante Chihuahua y decretar el triunfo a favor del Estado Grande, aun cuando la pizarra marcaba 7-3 a favor de los sinaloenses en la quinta entrada.
La escuadra ahomense todavía no se repone del atropello asestado por el coordinador del certamen avalado por la SEP, José Alejandro Jiménez Bello, quien violentando los reglamentos que rigen a la disciplina entró al terreno de juego para detener el partido pasando por encima de la autoridad de los ampayers.

La detención del juego se produjo tras un cuadrangular con dos en base por parte de Sinaloa, que se fue arriba 7-4; el mánager de Chihuahua ordenó apelar la jugada pidiendo a su lanzador tirar a primera al considerar que el jugador sinaloense no pisó la inicial, pero el hombre de azul decretó safe dando por bueno el cuadrangular y corrido de bases del pequeño ahomense.
Sin embargo, el entrenador de Chihuahua protestó de nuevo la acción en la primera base con el ampáyer de home, que decide marcar out, lo cual generó inconformidad en el cuerpo técnico del equipo ahomense porque de acuerdo a reglamento una misma jugada no se puede apelar dos veces.
En medio de la confusión generada por los ampayers, el delegado del certamen, José Alejandro Jiménez Bello entró al terreno de juego y tras un discusión con el cuerpo técnico sinaloense optó por detener las acciones y decretar la victoria a favor de Chihuahua, cuando Sinaloa estaba arriba en la pizarra 7-4.
Incluso, si se mantenía el out al jugador que conectó el jonrón por no pisar la inicial, la selección sinaloenses aún estaba arriba por 6-4.
Tras la decisión tomada por Jiménez Bello, la tristeza y los llantos invadieron en todos los integrantes de Sinaloa al ver frustrados sus esfuerzos.

A través de un comunicado compartido en redes sociales, la delegación de Ahome (Sinaloa) expuso que los niños regresaron a casa con el alma rota.
“Lo que más duele no es perder un juego, es ver cómo se burlan del trabajo de los niños y de las familias que hacemos sacrificios para poder estar ahí. Que nos escupan en la cara todo lo que se ha invertido: tiempo, dinero, sueños y esperanza”, explica el documento.
Hoy con una decisión injusta, añade la misiva, le apagaron la ilusión a un grupo de niños que merecían respeto.
“Nos vamos con el corazón roto y la decepción más grande. No nos quedan ganas de volver a un torneo donde se pisotea el esfuerzo y donde la organización permite decisiones injustas, sin respeto ni transparencia”, finaliza.
