Los Ángeles, CA.- Will Smith emparejó la pizarra con un jonrón de dos carreras, y los Dodgers de Los Ángeles anotaron tres más en el séptimo episodio, para vencer el jueves 7-2 a los Padres de San Diego, y amarrar el cetro de la División Oeste de la Liga Nacional.
Los Dodgers (95-64) no habían asegurado el banderín en casa desde la campaña de 2020, abreviada por la pandemia, cuando siluetas de fanáticos, recortadas en cartón, reemplazaron a los espectadores de carne y hueso.
La última vez que hubo público en un encuentro en que los Dodgers conquistaron su división fue en 2018.
Los Padres, que de cualquier forma tienen asegurado su pasaje a los playoffs, ganaban por 2-0., luego que Joe Musgrove laboró seis innings en blanco. Pero los Dodgers lo castigaron en el séptimo.
Anthony Banda (3-2) se embolsilló el triunfo con una entrada y un tercio de relevo.
El relevista Tanner Scott (9-6) fue el derrotado, al permitir tres anotaciones y el mismo número de imparables en dos tercios de inning.
Por los Padres, los venezolanos Arráez de 4-0 con una empujada, David Peralta de 1-0 con una anotada. Los dominicanos Fernando Tatis Jr. de 3-1, Manny Machado de 4-3. El colombiano Donovan Solano de 2-0.
Por los Dodgers, el dominicano Teoscar Hernández de 3-0. El puertorriqueño Kiké Hernández de 2-2 con dos anotadas. El cubano Andy Pagés de 3-1 con dos anotadas y dos impulsadas.
Shohei Ohtani pasó sus primeras seis campañas en las mayores jugando en Anaheim, donde los Angelinos jamás tuvieron una foja superavitaria, mucho menos actividad en octubre. Pero el superastro japonés firmó un convenio de 10 años y 700 millones de dólares con los Dodgers en el receso previo a esta temporada.
En el juego, Ohtani bateó de 5-3. Empujó la carrera de la ventaja y anotó una vez.
“Hoy vine al estadio con un deseo real de asegurar esto. Me alegra haberlo conseguido”, manifestó el lanzador japonés.
La camiseta del pelotero estaba empapada, lo mismo que su cabello, en un clubhouse lleno de humo de puro.
Así que habrá que disculparlo por un error de novato: No se colocó las gafas de nadador para proteger sus ojos en medio de la guerra de cerveza y champaña.
“Me arden un poco”, dijo Shohei, con una sonrisa y con los ojos enrojecidos. “Pero la sensación es asombrosa, y espero seguir descorchando más champaña”.