CDMX.- Tuvieron que pasar tres años exactos para que la definición por el título de la Liga MX no incluyera a los grandes como América, Chivas, Cruz Azul o Pumas.
Se acabaron las especulaciones y la inercia de siempre. La Gran Final del Apertura 2025 está definida y promete ser un choque de trenes de alta velocidad entre los Diablos Rojos del Toluca y los Tigres de la UANL.
Esta no es una final más. Es el partido que rompe con la narrativa que había dominado a la Liga MX en los últimos seis torneos.
La última vez que vimos esto fue en el Apertura 2022, cuando Pachuca derrotó con claridad al mismo Toluca. Desde entonces, la Liga había caído en un ciclo repetitivo:
- América buscando el tricampeonato y peleando por el tetra.
- Chivas soñando con la 13 ante Tigres.
- Cruz Azul llegando a la final del Clausura 2024.
Hoy, en diciembre de 2025, el poder se descentraliza. Ni el Estadio Azteca, ni el Olímpico Universitario, ni el Akron abrirán sus puertas. La gloria se disputará entre el infierno del Nemesio Diez y la caldera del Volcán. Es el triunfo de la constancia y del proyecto deportivo sobre la simple jerarquía histórica.
Si algo hace especial este Toluca ante Tigres es su contexto en la tabla: estamos ante el fenómeno estadístico del uno contra el dos.
En la historia de los torneos cortos, esto es una anomalía. La famosa maldición suele dejar fuera al líder antes de tiempo. De hecho, este escenario solo aparece en alrededor del 20% de las finales. Aunque vivimos un 1 vs 2 en el Clausura 2024 (América vs Cruz Azul), lo cierto es que es un caso poco frecuente.
Toluca (líder) y Tigres (sublíder) demostraron que la tabla general no fue un adorno. Fueron los mejores de las 17 jornadas y refrendaron su dominio en la Liguilla, sin depender del repechaje ni de ser el “Caballo Negro”.
