Guadalajara, Jalisco.- En un partido lleno de drama, polémica y errores puntuales, Chivas sufrió su segunda derrota consecutiva en la Liga MX al caer 1-2 frente a Bravos de Juárez, en un duelo correspondiente a la jornada 5 disputado en el Estadio Akron.
El encuentro dejó a la afición rojiblanca con un sabor amargo, pues además de la caída en casa, se marcó el cuarto penalti en contra del Rebaño en las últimas cuatro jornadas, lo que aumenta la tensión sobre el trabajo arbitral y la falta de contundencia del equipo dirigido por Gabriel Milito.

El partido comenzó con un ritmo intenso, donde Chivas buscó desde temprano imponer condiciones con presión alta. Al minuto 7 llegó la primera gran intervención de Jurado, arquero de Juárez, quien achicó a tiempo ante el intento de Roberto Alvarado. Con el paso de los minutos, el dominio rojiblanco se fue desvaneciendo y Bravos comenzó a responder con transiciones rápidas. Al 37, el VAR llamó al árbitro ‘Gato‘ Ortiz por un contacto de Bryan González en el área y, tras revisar la jugada, señaló penal a favor de los visitantes. Tres minutos más tarde, Óscar Estupiñán lo cambió por gol, poniendo el 0-1 en el marcador.
Antes del descanso, Juárez incluso estuvo cerca de aumentar la ventaja con un disparo de Madson que se fue por arriba. Los silbidos acompañaron a Chivas al vestidor en medio de la frustración generalizada. Para la segunda mitad, los Bravos volvieron a pegar en el momento justo. Al minuto 55, Jairo Torres firmó un golazo tras una veloz contra, dejando contra las cuerdas a los locales.
Los cambios de Milito tardaron en dar resultados, aunque con el ingreso de Alan Pulido y Santiago Sandoval, el equipo generó mayor peligro. Fue precisamente Sandoval quien, al minuto 83, descontó tras un rebote que dejó Jurado en el área. Con el 1-2, se encendió la esperanza en el Akron, pero la desesperación también pasó factura. Hugo Camberos, que ingresó de cambio, falló dos centros claros y terminó amonestado en un cierre de partido caótico.
En tiempo agregado, Chivas pidió un penal por una mano de Mayorga, pero la jugada no prosperó y la presión se diluyó. El silbatazo final sentenció la victoria de Juárez, que supo aprovechar sus oportunidades y resistió en los momentos críticos, mientras que el Rebaño acumuló un nuevo tropiezo que lo deja con más dudas que certezas.
