Guadalajara, Jalisco.- Atlas y Cruz Azul protagonizaron un vibrante empate 3-3 en el estadio Jalisco, en un partido lleno de emociones, goles y errores defensivos dentro de la jornada 2 del Apertura 2025.
Desde el silbatazo inicial, ambos equipos ofrecieron un duelo intenso en el que la Máquina dominó la posesión, pero el Atlas supo capitalizar sus oportunidades al contragolpe.
El arquero Antonio Sánchez salvó al equipo local en un par de ocasiones durante los primeros minutos, mientras que Kevin Mier también respondió con una gran atajada.
Sin embargo, al 16′, Eduardo ‘Mudo’ Aguirre aprovechó un grave error del arquero cementero y adelantó a los rojinegros con su quinta intervención de gol (4 tantos y una asistencia) en cinco partidos ante los celestes.
Cruz Azul intentó reaccionar adelantando líneas, pero el Atlas fue letal en su segunda llegada clara. Al minuto 31, tras un centro desde la banda, Diego González apareció para marcar el 2-0 en una jugada donde la defensa celeste quedó mal parada. Aunque la Máquina buscó descontar antes del descanso, no tuvo éxito y se fue al vestidor con la desventaja.
Para el complemento, los dirigidos por Nicolás Larcamón salieron con mayor intensidad y encontraron premio pronto. Al 54’, Ángel Sepúlveda descontó desde el manchón penal y tres minutos después, al 58’, el mismo Sepúlveda empató el marcador con otro disparo cruzado.
La reacción celeste parecía encaminarse a la remontada, pero un error de Kevin Mier permitió a Mateus Doria devolverle la ventaja al Atlas al minuto 60. A pesar del golpe anímico, Cruz Azul no bajó los brazos y continuó presionando. Los cambios revitalizaron el ataque celeste, mientras Atlas apostaba al repliegue defensivo. Finalmente, al minuto 89, Sepúlveda volvió a aparecer para firmar su triplete con un cabezazo que decretó el 3-3 definitivo.
En los minutos finales, Antonio Sánchez se vistió de héroe al salvar a los rojinegros con un atajadón al disparo de Mateo Levy en tiempo de compensación. Un empate que deja a ambos equipos con sensaciones encontradas tras un partido cargado de emociones.
