Estados Unidos.- Tras un año sin pelear y después de haber dejado atrás conflictos personales relacionados con adicciones, el mexicano Julio César Chávez Jr. tiene pensado regresar en el verano para enfrentar al polémico youtuber, Jake Paul.
Más allá de la cuestionable calidad del estadounidense, es válido poner una interrogante en el aire: ¿Realmente tiene sentido la pelea?
A estas alturas del camino, es obvio que la mejor época del pugilista sinaloense de 39 años de edad y un récord 54-6-1 con 34 anestesiados, hace mucho tiempo quedó atrás con todo y una serie de polémicos resultados.
Al menos de que Chávez Jr. se encuentre en la ruina y quiera tomar un respiro económico, se entiende su desesperación por regresar al cuadrilátero.
Sin embargo, el combate lejos de generar una expectación interesante sólo sirve para seguir ensuciando el boxeo porque ninguno de los dos tiene actualmente méritos para contender por un título internacional sancionado por X organismo.
La foja endeble de Jake Paul (11-1-0, 7 KO’s) es un reflejo de la devaluación por la que atraviesa el pugilismo rentable internacional; hace 30 años, para no echar el reloj tan atrás, ese récord no le alcanzaba a un boxeador para combatir a 8 rounds en una plaza del interior de la República Mexicana.
Da pena ajena que el morbo por ver si a un peleador como Julio César Chávez Jr. lo destroza un don nadie, siga rompiendo con la esencia del boxeo profesional.
