Doha, Qatar.- Tras haber tenido una complicada primera fase y pocas posibilidad de salir con vida de la segunda ronda, la selección de México hizo la hombrada en el Mundial Sub 17 tras vencer 5-4 en penales a Argentina luego de un dramático empate a dos.
El pase a octavos quedó sellado con una atajada y un disparo definitivo de Santiago López, el mismo portero que minutos antes había quedado señalado por un error en el 2-2.

Su último penal, fuerte y cruzado, desató la locura en la cancha de Al Rayyan y convirtió una noche de sufrimiento en una proeza histórica para la selección mexicana que ahora deberá prepararse ante Portugal.
La serie comenzó con una atajada monumental del arquero mexicano ante Gastón Bouhier, un mensaje inmediato de que México no estaba dispuesto a inclinarse. Luego llegó la precisión mexicana: Pineda abrió el marcador, Mancilla mantuvo la ventaja, y más tarde un cañonazo del camiseta 11 volvió a adelantar al equipo en el 3-4. Argentina respondió siempre bajo presión, pero la fortaleza mental de los jóvenes mexicanos terminó imponiéndose en un cierre cardiaco que mantuvo el empate hasta el último tiro.

El tiempo regular había sido una montaña rusa emocional. México inició debajo del marcador apenas al minuto 8 con un disparo de Ramiro Tulián en una jugada preparada que descolocó a la defensa. Argentina dominó el primer tramo del partido, generó peligro por ambas bandas y obligó a Santiago López a intervenir con una atajadas espectacular ante Espíndola. El Tricolor tardó en asentarse, pero cuando por fin encontró espacios, empezó a insinuar la reacción que cambiaría el rumbo.
El empate cayó en el primer minuto del complemento: un centro cerrado encontró a Luis Gamboa, quien remató con determinación para el 1-1. A partir de ahí, México mostró otra energía, más vertical y agresiva. La recompensa llegó al minuto 58, cuando una segunda jugada dentro del área terminó nuevamente en los pies de Gamboa, que firmó su doblete y volteó el marcador. Era el mejor momento del equipo de Carlos Cariño, que incluso jugó con temple y orden ante la desesperación albiceleste.

El cierre del partido fue dramático. México reculó para proteger su ventaja mientras Argentina apretaba con todo. Centros, rebotes, tiros de esquina y presión constante terminaron por encontrar premio al 86’, cuando un error en la salida de Santiago López permitió el 2-2. El golpe anímico fue fuerte, pero no letal. Los minutos finales fueron un ejercicio de resistencia pura, con barridas salvadoras, despejes agónicos y un equipo mexicano decidido a no caer antes de los penales.
En la tanda, México exhibió una fortaleza admirable. Con precisión en cada cobro, temple bajo presión y un arquero que pasó de villano a héroe, el Tricolor consumó una eliminación épica ante la favorita del certamen. La última palabra la tuvo Santiago López, quien cargó con la responsabilidad, ejecutó con valentía y selló un triunfo que alimenta la ilusión de un equipo que llegó a esta ronda por Fair Play… y que hoy elimina al gigante del torneo. Una noche que quedará grabada en la memoria del Mundial sub 17. El conjunto azteca jugará ahora contra Portugal en los octavos de final.


