Toronto, Canadá.- El japonés Yoshinobu Yamamoto completó su segundo juego completo consecutivo en postemporada, lanzando 105 pitcheos de pura precisión para guiar a los Dodgers a un triunfo de 5-1 sobre los Azulejos para igualar la Serie Mundial 2025.
Los angelinos encontraron su ofensiva en el momento justo, con dos jonrones demoledores de Will Smith y Max Muncy que rompieron el equilibrio y aseguraron una victoria clave.

En una noche donde el control y la paciencia fueron decisivos, Los Dodgers recuperaron la confianza, mientras los Azulejos vieron como su ofensiva se ahogaba ante la maestría del lanzador nipón.
El juego comenzó con el rugido de más de 45 mil aficionados en el Rogers Centre, un escenario encendido tras la victoria local en el Juego 1. Shohei Ohtani fue el primero en presentarse, pero su elevado al jardín izquierdo fue controlado por Nathan Lukes.
Luego, Mookie Betts repitió la dosis con otro elevado al derecho. Sin embargo, el primer golpe no tardó en llegar.
Con dos outs, Freddie Freeman conectó un doble sólido al jardín derecho, y Will Smith, paciente y enfocado, respondió con un sencillo al centro para impulsar la primera carrera de la noche.

Los Dodgers tomaban ventaja 1-0, silenciando momentáneamente a la multitud. En la parte baja, George Springer devolvió la emoción con un doble y, tras un elevado de sacrificio de Alejandro Kirk, los Blue Jays empataron 1-1, presagiando una batalla cerrada.
Desde la segunda entrada, Yamamoto impuso su ritmo y su estilo. Su comando de lanzamientos fue impecable, moviendo la bola en las esquinas y cambiando velocidades con autoridad.
Toronto apenas conectó un sencillo en tres innings, mientras el japonés sumaba ponches clave ante Guerrero Jr., Barger y Varsho, todos víctimas de su slider cruzado.
Cada lanzamiento parecía parte de una coreografía precisa. Los Blue Jays intentaban ajustar, pero el juego de localización de Yamamoto los mantenía fuera de balance. Mientras tanto, Kevin Gausman también lucía dominante, retirando sin complicaciones a Muncy, Hernández y Edman en la segunda y tercera. Era un duelo de control absoluto, un pulso entre dos lanzadores que se negaban a ceder.
Todo cambió en la séptima entrada, cuando los Dodgers rompieron la tensión. Freddie Freeman abrió con un elevado, pero Will Smith no esperó mucho: conectó un jonrón por el jardín izquierdo que devolvió la ventaja a Los Angeles (2-1). Apenas dos outs después, Max Muncy repitió la fórmula con un batazo profundo también por el izquierdo, aumentando la ventaja a 3-1 y forzando la salida de Gausman del montículo.
La reacción del público fue inmediata: del asombro al silencio. Los dos cuadrangulares consecutivos marcaron el ritmo de un cierre controlado por los angelinos. Louis Varland tomó el relevo, pero ya era tarde. Los Dodgers habían despertado.
Lejos de conformarse, Los Angeles sellaron el resultado en la octava alta. Andy Pages abrió con un sencillo al centro, y Shohei Ohtani añadió otro imparable. Con las bases congestionadas y la presión encima, un lanzamiento descontrolado de Jeff Hoffman permitió que Pages anotara el 4-1, mientras Ohtani y Betts avanzaban.

Poco después, Will Smith, nuevamente protagonista, bateó un rodado que trajo otra carrera, ampliando la ventaja a 5-1.
El cierre fue una clase magistral. En la baja de la octava, Yamamoto ponchó a tres rivales consecutivos —Giménez, Springer y Lukes— en una demostración de resistencia y precisión. Ya en la novena, retiró a Guerrero Jr., Kirk y Varsho con apenas 13 lanzamientos, completando su segundo juego completo consecutivo en postemporada con 105 pitcheos, 8 ponches y solo 4 hits permitidos.
Con la victoria 5-1, la serie se traslada ahora a Los Ángeles, igualada 1-1. Los Dodgers recuperaron el impulso y, sobre todo, reafirmaron que su rotación es su gran fortaleza. Yamamoto se erige como el símbolo de esa estabilidad: dos aperturas completas en playoffs, dos victorias personales y un mensaje claro para sus rivales.

