MEXICANO DEL TORO BATALLA, PERO CONSERVA LA ROSA EN GIRO ITALIANO

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San Valentino, Italia.- El mexicano Isaac del Toro sufrió como nunca en San Valentino, reventó en los últimos kilómetros y cruzó la meta con un retraso de 2:47 respecto a los ganadores del día.

Sin embargo, el azteca se aferra al liderato tras 16 etapas, con una ventaja reducida a 31 segundos sobre un desatado Ríchard Carapaz y apenas 26 sobre Simon Yates, que también aprovechó la debilidad del líder. El joven del UAE salvó el día a puro corazón.

La etapa fue un canto al ciclismo italiano. Christian Scaroni se impuso en meta tras cruzar la línea de la mano con Lorenzo Fortunato, celebrando un emotivo doblete para el Astana en San Valentino. Giulio Pellizzari completó el podio de casa con una actuación valiente. Fue una jornada caótica, épica y decisiva.

Carapaz fue una locomotora sin freno. El ecuatoriano atacó a falta de 6 km y se fue en solitario, dejando atrás a Yates y al propio Del Toro. Llegó a estar virtualmente vestido de rosa, y aunque no le alcanzó para arrebatar el liderato, sí metió 1:36 a Del Toro y se mete de lleno en la lucha por la general.

Yates, siempre al acecho, también descontó. Fue el primero en encender la mecha entre los favoritos, seleccionó el grupo y logró despegarse del mexicano. El británico recortó distancias en la general, y se puso a 26 segundos del liderato. Su ataque fue tan certero como oportuno.

El grupo latino brilló en una jornada infernal. Jefferson Cepeda fue protagonista en la fuga, Egan Bernal batalló pese a un duro golpe y Einer Rubio se mantuvo sólido. Pero el nombre del día fue el de Carapaz, quien no solo renació tras una caída, sino que demostró estar en condiciones de ganar el Giro.

Egan Bernal, golpeado pero valiente, resistió con la élite. El colombiano sufrió una caída en el tramo previo a Santa Bárbara y por momentos pareció que se descolgaría, pero con garra y experiencia logró reconectar con el grupo de la maglia rosa y sobrevivir al brutal ascenso final. No fue su día más brillante, pero su pelea sigue viva.

Del Toro mostró su lado más humano. Se cayó, sufrió, lo rebasaron, y aun así no se derrumbó. Llegó exhausto, con el alma al borde del colapso, pero sigue en lo más alto. El Giro le ha recordado que la maglia rosa pesa, y que esta tercera semana no va a perdonar a nadie.

La etapa 16 fue una novela de montaña con lluvia, caídas y drama puro. Roglic se retiró, Ayuso se quedó sin piernas y el pelotón vivió sacudidas constantes. El ascenso a Santa Bárbara y luego a San Valentino rompió las piernas de todos.

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