Salt Lake City, UT.- El flamante número uno del draf 2025 de la NBA, Cooper Flag se convirtió en el jugador más joven en anotar más puntos en un partido de temporada al subir 48, sin embargo, el equipo texcano perdió de visita ante el Jazz por 140-133.
A sus 18 años, el alero novato superó el récord establecido por Lebron James, quien anotó 37 tantos en su inicio con los Cavaliers de Cleveland en 2003.

Aunque no pudo celebrar la victoria de su equipo, Flagg tuvo un desempeño espectacular sobre la duela. Anotó 40 puntos en el tiempo reglamentario, y con los Mavs perdiendo de tres fue capaz de forzar con picardía la prórroga.
Con cuatro segundos restantes en el casillero, el jugador de Newport recibió una falta y presumió de sangre fría; anotó el primer tiro libre y luego falló a propósito el segundo, que cayó a manos de su compañero Max Christie, quien también fue a la línea de personal y empató el choque a 129.
Dallas encalló en el tiempo extra, y el debutante solo pudo añadir otros dos tantos a su cuenta para la historia: 42 puntos, siete rebotes, seis asistencias, un robo y dos tapones.

Flagg comandó el ataque de los Mavericks atacando la pintura y amasando tiros libres. Terminó con una serie de 13 de 27 en tiros de campo y un 15 de 20 desde la línea de personal.
Al descanso ya tenía 24 tantos, con Dallas todavía por delante. Keyonte George y Lauri Markkanen, con 37 y 33 puntos respectivamente, se encargaron de castigar a los visitantes en los últimos compases del encuentro con un parcial de 11-0 y arruinar la fiesta del joven alero, que el próximo domingo 21 celebrará su cumpleaños en el mejor momento de la temporada.
“Obviamente, no hemos ganado. Así que es difícil para mí querer estar contento, aunque está claro que es un éxito”, comentó Flag sobre su brillante partido y distintos récords.
Además de superar a LeBron, el jugador igualó la máxima anotación de un debutante de los Mavericks en la NBA (Mark Aguirre en 1981).

Su anterior tope estaba en los 35 tantos logrados en una victoria contra los Clippers el pasado 29 de noviembre.
“Cuanto más tiempo pasa en pista, más bueno se hace”, indicó el entrenador Jason Kidd.
Encargado de devolver la ilusión a la afición texana después de la traumática salida del esloveno Luka Doncic, Flagg ha promediado casi 26 puntos por encuentro en las últimas semanas.
En una temporada que se prevé de transición, y con el despido reciente del vilipendiado Nico Harrison en los despachos, los Mavs se agarran a su estrella de futuro como un clavo ardiendo.

Su excelente respuesta a la presión y las enormes expectativas, a pesar de las 10 victorias y 17 derrotas del equipo, hacen prever que el chaval formado en la universidad de Duke llegará tan lejos como se esperaba.
“Esto no nos sorprende en lo más absoluto. Sabemos de lo que es capaz, es un jugador especial que nos dará muchísimas más alegrías”, valoró su compañero P.J. Washington.
“Hemos recorrido mucho camino desde principios de año. Es un baloncesto nuevo, pero cada vez me siento más cómodo, y apenas me estoy acomodando. Intento ser yo mismo y dejar que el juego venga a mí”, expresó el jugador del partido.


